sábado, 16 de julio de 2011

Un par de sienes ardientes que son todo el tesoro.

¿Es preocupante que un ciudadano sienta la necesidad de votar en contra y no a favor? Si, es preocupante, pre-ocupante. En estos días mucho se habló de las elecciones porteñas y del triunfo de Macri. Algunos sintieron asco, otros sintieron bronca, yo siento PENA y decepción porque la principal causa es la falta  de creencia  en ideas y  proyectos.
  Esta pre-ocupación está empezando a nacer, y eso es lo que importa. Igualmente ya no la deberíamos llamar pre-ocupación, sino simplemente ocupación. Esta ocupación que busca que los jóvenes, siendo el principal eslabón de un futuro más sensato, CREAN en sus propias ideas y que SIENTAN que realmente se está haciendo algo por esta nación que mucho costó construir y por la  que muchos argentinos lucharon.
  Décadas atrás, precisamente treinta y cinco años atrás, se produjo un quiebre en la historia de la juventud. El vaciamiento de ideas, creencias, ideologías y de proyectos a futuro produjo un caos que va a costar años y años de remendar. Personas que fomentaron que la Juventud sea un cúmulo de adolescentes que sólo se interesen por cosas triviales dejando de lado las ideas, los proyectos, los SUEÑOS, sin comprometerse, dejando que “la política” la hagan “los políticos”, o los que decían ser “políticos”.  Y así fue, de sujetos a objetos tan veloz y ferozmente que las pocas “ideas” se destruyeron en medio de la desesperanza y la desazón. Los jóvenes pasaron a ser un nuevo estrato social al cual los grandes mercados se dirigían directamente, disparándoles con nuevos productos de consumo, creando una sociedad aún mas dependiente de este modelo capitalista, donde no importan las ideas sino que marca de Jean se usa. Pero no voy a profundizar sobre esto. Al fin y al cabo creo que todos somos cómplices de él y vivimos en él, por eso sería hipócrita de mi parte ponerme en moralista.
  Si tantos años atrás Aristóteles pudo darse cuenta de que el hombre es un animal social que se relaciona políticamente, ¿Porqué hoy en día sigue habiendo gente que se jacta diciendo que la política se hace de los “comités” o “centros de reunión”? ¿Porqué sigue habiendo gente que no cree en las palabras?... Esto es lo que nos debe preocupar, esta  gente que no cree en las palabras, en las ideas, es la que va a las urnas no para defender sus ideales sino para  atacar los  de otros porque no tiene propios.  Y la falta de ideas propias viene de la mano de la ignorancia o, mejor dicho, para no herir susceptibilidades, “desconocimiento”. Hago hincapié, por supuesto, que mucha gente si está envuelta en la ignorancia, pero eso ya es un capítulo aparte.
   Este cambio de cosmovisión nos va a llevar años pero el camino ya está iniciado. No quiero parecer utópica con mis palabras pero todos en la vida debemos tener algo en que creer. Y yo empiezo a creer en esto, en que las ideas a través de las palabras pueden ser el impulso para erradicar este “desconocimiento” y fomentar el nacimiento de nuevos proyectos en estos ciudadanos. La democracia está empezando a dar sus frutos y está en nuestras manos  que el rumbo no se devíe. Hoy como futuros comunicadores debemos saber que el cambio está en nosotros, no permitamos que derriben nuestras ideas, no permitamos que nos hagan creer que las palabras no sirven.
No dejemos que nos quiten los sueños, como lo hicieron aquella vez. Hoy nuestra generación tiene todas las armas para crear ese futuro que muchos argentinos buscaron. En nuestras manos está como  las vamos a utilizar. ¡Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene!   


Dale vida a los sueños que alimentan el alma, 
no los confundas nunca con realidades vanas. 
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana, 
de conseguir las metas y de escalar montañas, 
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma. 

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco, 
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco, 
no les rompas las alas, que son de fantasía, 
y déjalos que vuelen contigo en compañía. 

Dale vida a los sueños que tienes escondidos, 
descubrirás que puedes vivir estos momentos 
con los ojos abiertos y los miedos dormidos, 
con los ojos cerrados y los sueños despiertos. 

Mario Benedetti
                                           

Miriam Martos.





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