Desde que tengo memoria, siempre mantuve una posición definida, siempre acepte la posicion de otros, la comparti en algunos casos y en otros simplemente acepté. Nunca me gusto el maldito antagonismo, que es un cancer en
Se me ha tildado en ámbitos como mi familia, grupos de trabajo y amigos por personas que creen conocerme y a veces solo critican el detalle, como un "panqueque" o "dadovuelta" y hasta el clásico "se casa con todos". Lamento anunciarles que no es así. Se han equivocado. Que no pertenezca a un grupo determinado o que en general no comparta TODAS sus ideas, no me impide que reconozca que haga cosas que están bien. Ni que el pertenecer a otra fuerza o grupo o partido, o lo que demonios sea; me permita hacerme una autocrítica personal o grupal. Trato de ser objetivo y considerado a la hora de evaluar lo que yo hago o lo que hacemos (hablo de mis grupos de pertenencia), y además me considero una persona ubicua y adaptable a la hora de conformar grupos. Eso no quiere decir que quiera caerle simpático a todos y que todos me caigan simpáticos. Pero no soy falso, no me meto a criticar ni a levantar la voz si no conozco o no sé (intento no prejuzgar a nadie) y siempre trato de remitirme a los hechos. Aunque muchas veces piense con el corazón y esto, (para algunos) juega en contra. Siempre intente respetar a todos, más si no lo conozco, por lo tanto pido lo mismo. Y creo que me lo merezco. Porque no denigro, por el solo hecho de que no es un acto moral. Porque el respeto es un derecho y también una obligación.
Diría muchas cosas más, pero tal vez no es el medio ni la forma.
Apuntemos a superarnos, seamos abiertos a las opiniones distintas, dejemos crear y recrearnos en el otro. Miremos al que está a nuestro lado, seamos plurales. AMEMOS a nuestros compañeros, amigos, enemigos, referentes, familiares, etc.
Los jóvenes no llevamos ninguna carga que no podamos soportar.
Juan Gauna
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